EL BISTUTÍ
DE LA ATUO-CRÍTICA
Por: samael
aun weor
EL YO
FANTASÍA
Hay
instantes raros en la vida, muy raros, en los que uno logra ver su propia
ridiculez, momentos que logra percibir su yo fantasía, su persona fantasía.
Cuando eso
sucede, existe un dolor moral muy profundo, pero luego viene el sueño
nuevamente, busca la manera de enderezar el “entuerto” y al fin se consuela de
cincuenta mil maneras, olvida la cuestión y el mundo sigue «en paz» como
siempre.
Vale la pena
que nosotros seamos sinceros con nosotros mismos.
Se trata de
auto-conocernos, si es que de verdad queremos nosotros hacer manifiesto al ser
que llevamos dentro, si es que de verdad aspiramos nosotros a la realidad y
nada más que la realidad, sin un átomo de fantasía.
Necesitamos
el valor de desgarrarnos, de romper esa persona fantasía que no existe.
Los demás
saben que no existe, pero que uno cree que existe.
Claro que se
necesita utilizar el bisturí de la auto-crítica, de lo contrario no sería posible
la autocrítica.
Si
procedemos así, lograremos romper el yo fantasía, lograremos destrozarlo,
reducirlo a cenizas, a polvareda cósmica.
Objetivo:
descubrir el ser que mora en nuestras profundidades; pero el “yo” fantasía
eclipsa al ser, lo mantiene a uno en sí mismo tan fascinado con lo que no es
real, que no lo deja a uno descubrir al ser.
samael aun
weor
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